EXCAVACIÓN DE
ZANJAS: PROTECCIÓN DEL ÁREA
Todo
trabajo de excavación de zanjas produce un desequilibrio en la estabilidad del
terreno, ocasiona hundimiento o deslizamiento que pueden generar accidentes
debido al peligro de sofocación o aplastamiento de los trabajadores que laboran
en el fondo de la zanja. Sepa cómo controlar o eliminar los riesgos de
accidentes a través de la protección del área involucrada en esta tarea.
Con el objetivo de prevenir accidentes graves o
mortales originados por el desprendimiento de tierras en las tareas de
excavación de zanjas, es necesario adoptar medidas imprescindibles que
garanticen la seguridad de los trabajadores a través del control y la eliminación
de riesgos asociados a su trabajo.
Cuando las tareas de excavación del terreno se
realizan en zonas urbanas, independientemente de las medidas de seguridad que
se deben adoptar para los trabajadores y sus lugares de trabajo, también se
deben implementar protecciones para las personas ajenas a los trabajos.
Este artículo brindará recomendaciones preventivas
relacionadas a la protección del área de trabajo y terreno involucrado en estas
tareas, con el objetivo de brindar seguridad tanto para la integridad de los
trabajadores como de otras personas que circulen la zona de obras.
Introducción
Las excavaciones de zanjas son peligrosas cuando su
profundidad pasa de 80 cm, principalmente cuando los terrenos a socavar son de
poca consistencia o cuando siendo roca, presentan planos de deslizamiento
inclinados hacia la zanja.
Como explicamos en la presentación del tema, toda tarea de excavación produce un
desequilibrio en la estabilidad del terreno que, eventualmente, puede ponerse en movimiento produciendo
hundimiento o deslizamiento, que a veces provocan accidentes graves o mortales,
debido al riesgo de sofocación o aplastamiento de los trabajadores que en ese momento se encuentran en el
fondo de la zanja.
Los movimientos señalados dependerán fundamentalmente
de la naturaleza y estado del terreno. La cohesión de este último está definida
por el tipo de material del que está
con formado, pude ser material rocoso o material de sedimento. Además, la
humedad o sequedad que presente también determinan el estado del terreno,
haciéndolo un material competente o un material inestable y, por lo tanto,
propenso o no a derrumbes y desplazamientos.
La aplicación
concreta de recomendaciones de seguridad y prevención en los trabajos de excavación
de un terreno para la confección de zanjas, determinará el nivel de control y
eliminación de riesgos presentes en estas tareas.
Medidas de prevención para la protección del área
ü Colocar barreras convenientemente señalizadas
y/o iluminadas en los contornos de la excavación a fin de evitar caídas de
personas en los lugares excavados,
tal como se aprecia en la figura N° 1.
ü Controlar que los materiales pétreos rueden hasta las aceras y calzadas, evitando así que
personas tropiecen y caigan al pisarlos o que esos materiales sean lanzados por
vehículos que transitan por el lugar, lesionando a personas o dañando a la propiedad.
ü Disponer de pasarelas con barandas para el tránsito peatonal que
permitan la circulación y acceso, momentáneamente interrumpidos por las obras
de excavación.
ü Instalar iluminación que alerte a los conductores de vehículos y peatones durante la noche y
carteles de advertencia en el día.
ü Entibar o apuntalar las estructuras adyacentes a las excavaciones para
impedir su asentamiento y proteger las superficies expuestas para que no sean socavadas por la lluvia u
otras aguas.
A continuación, proponemos revisar otras sugerencias preventivas en el
trabajo de excavación de zanjas, elaborada por el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo de España
(INSHT), referidas al estudio previo del terreno y durante la excavación
del área de zanja.
Prevención
•
Antes de iniciarse su
apertura, se deberá llevar a cabo un estudio previo del terreno con objeto de
conocer su estabilidad y la posible existencia de conducciones. Debe haberse realizado el correspondiente
Estudio de Seguridad, exigido reglamentariamente.
•
Cuando la profundidad
de una zanja sea igual o superior a 1,5 m es conveniente entibarla. Se
respetarán los ángulos de talud indicados en la tabla en caso de no entibar.
•
Se evitará la
acumulación del material excavado y equipos junto al borde de las zanjas y, en
caso inevitable, se tomarán las precauciones que impidan el derrumbamiento de
las paredes y la caída al fondo de dichos materiales.
•
Como norma general,
se debería mantener una zona de unos 2 m libres de cargas y de circulación de vehículos.
• Cuando la profundidad de una zanja sea igual o superior a los 2 m se
protegerán los bordes de coronación con una barandilla reglamentaria.
•
En caso de lluvias y
encharcamientos de zanjas, es imprescindible
la revisión minuciosa y detallada antes de reanudar los trabajos. Se efectuará
el achique inmediato de las aguas que afloren o caigan en el interior de las
zanjas para evitar que se altere la estabilidad de los taludes.
•
Se revisará el estado
de cortes o taludes a intervalos regulares en aquellos casos en los que se
puedan recibir empujones exógenos procedentes de caminos, carreteras, calles,
etc. transitados por vehículos, martillos neumáticos, etc.
•
Se deberá disponer, al menos, de una escalera portátil
por cada equipo de trabajo, la misma deberá sobrepasar en 1 m el borde de la zanja.
•
No deben instalarse
en el interior de las zanjas máquinas accionadas por motores de explosión que
generen gases como el monóxido de carbono, a no ser que se utilicen las
instalaciones necesarias para su extracción.
•
Los operarios que trabajen en el interior de las
zanjas deben estar debidamente informados y formados, provistos de los
elementos de seguridad necesarios (EPP): casco de seguridad y de las prendas de
protección necesarias para cada riesgo específico.
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